LA MAGIA DE LOS PEQUEÑOS RÍOS DE ALTA MONTAÑA
Caminas siguiendo el canto del agua saltando entre las rocas de un pequeño río de alta montaña, el aire es puro, los bosques frondosos, los prados con sus flores, … cada tramo es de postal y el siguiente quizá es todavía más bonito, y sabes muy bien que el pequeño río está lleno de esas truchas salvajes, veloces y combativas, que convertirán cada lance en una ilusión, que no dan tregua, pura energía, que atacan las moscas con una velocidad inesperada, que te obligan a estar siempre alerta, con los sentidos afinados y el pulso firme, , cada picada una sorpresa, cada captura una batalla.